lunes, 5 de abril de 2010

LAS RUTAS SE DETERIORAN Y LAS BALANZAS SIGUEN ESTANDO AUSENTES

Cuan grande deben ser los intereses y poderío de las Empresas del Transporte, en consonancia con las Empresas Constructoras, que los daños que originan las sobrecargas los observamos todos los que transitamos por las distintas Rutas de la Provincia y del País.
Nadie puede ignorar que la destrucción y posterior reparación de una Ruta insume enormes erogaciones de los erarios del Estado, erarios que surgen del aporte de todos los habitantes de este bendito País, no obstante a ello, poco o nada se hace para frenar o poner límite a los Transportistas en el peso de las cargas que transportan.
Hace muchísimos años que este tema se debate, más en la sociedad, que en nuestros representantes políticos, pero nada se hace al respecto, por el contrario, en el presente, pareciera que hablan menos aún los Funcionarios.
Llama la atención que el Gobernador DAS NEVES, quién permanentemente hostiga y critica a cuanto se le cruce por delante, nada a dicho sobre el particular, como tampoco se observa que este haciendo o haya instruido a algún Funcionario para que trabaje al respecto.
No tenemos conocimiento del costo que representaría la instalación de una Balanza Fija con su correspondiente Infraestructura, pero si, de lo que estamos seguros es que su costo, incluyendo el de los salarios de los Trabajadores que la deberían operar es infinitamente inferior a la inversión que se debe realizar para reparar la Carpeta Asfáltica.
Otro aspecto que indefectiblemente se debe considerar es el incalculable e invalorable costo de vidas humanas que origina una carretera deteriorada, cualquier inversión es poca, cuando se trata de la vida de cualquier habitante o visitante de nuestro país.
Es incomprensible que quienes conducen y administran los erarios públicos, no observen y/o no quieran entender, que se debe avanzar en los controles, para poner límites a las violaciones de las leyes que delimitan las cargas máximas permitidas.
No queremos ser mal pensados, pero cabe el interrogante ¿existe algún interés comercial y/o financiero de nuestros gobernantes en que las Rutas se destruyan permanentemente?.la respuesta que encontramos es; que todo indique que sí.
Ante el estado de deterioro de las rutas, de poco y nada sirve, que eduquemos a nuestros niños y jóvenes sobre Seguridad Vial, cuando es el propio Estado el mayor transgresor de las responsabilidades que en esta materia le compete.
Es de esperar que ese mismo Poder que demuestra el Gobernador con los más Débiles, también lo demuestre con los más Poderosos.-

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