COLUMNA DE OPINION

A la “Canasta de Caperucita” se la devoró el lobo de la especulación? del atropello? el lobo de la ofensa ?

Hoy es moneda corriente hablar de excesos, del mal que aqueja a nuestra sociedad, y solo puedo definirla con una palabra: INCERTIDUMBRE: y la incertidumbre me dice tengo dudas si la justicia es justa, desconfianza, desconfianza de nuestros gobernantes, de sus proyectos puestos a nuestro alcance con gastos descomunales, el dilema de estar viviendo una política que perjudica a unos y beneficia a otros, perplejidad, desorientación, ect. ect, y termino por convencerme que los abusos y la incertidumbre son una dosis cotidiana en esta comunidad.
Ahora, si nos ponemos a analizar que parte nos toca, yo diría que toda, estamos sumergidos en un crecimiento feroz, pensamos en progresar, avanzar, mejorar, y eso se consigue con inversión, con cambios, donde el capital tanto físico como humano apuesta a mejores oportunidades a nuestro estilo de vida, donde podamos avizorar un horizonte sin peligros, no el ocaso, y venimos y salimos de los riesgos con la incertidumbre a cuestas desde hacen varios años, como una plaga maliciosa que no nos deja crecer... y persistimos, aunque sean violentos los ajustes, los impuestos, los precios, se nos desgasta la confianza y entorpece nuestro progreso.
Desde el mes de Abril de 2008, el SI.TRA.VICH, ha tomado la iniciativa de hacer mensualmente “La Canasta Familiar” y tenemos la incertidumbre rondando cada mes, con el aumento de los precios sobre productos específicos que componen la Canasta Familiar de cada trabajador, y que importante es poder llegar a fin de mes para cada uno de nosotros, hoy nos encontramos con restricciones, góndolas vacías, precios que no se respetan, falta de controles, la avaricia desmedida de comerciantes, y el impacto? el impacto es violento en nuestros bolsillos, porque afecta nuestro normal vivir, entonces siento que retrocedemos y me pregunto: ¿donde está la alternativa? los funcionarios eficaces que elegimos deberían darme esa respuesta, no ajustando al trabajador, no imponiendo aumentos a servicios imprescindibles como la luz, el transporte... y sigo sosteniendo que la brecha entre pobres y ricos es cada vez mas acentuada, no conozco de déficit, volatilidad de precios, conozco la asombrosa realidad de las góndolas de los supermercados que cada día cambian sus precios, ahí mi incertidumbre se desmaya, y lo he comprobado personalmente, cuando con un grupo de compañeros cotejamos producto por producto en supermercados y comercios de la zona.
Reflexionemos... A la “Canasta de Caperucita” se la devoró el lobo de la especulación? del atropello? el lobo de la ofensa ? que no tiene tacto frente a problemas tan sensibles y necesarios de una familia que pelea dignamente cada día por superarse, lamentable: ¿ verdad? La preocupación y el mal momento es muestro, los endeudamientos también, necesitamos mayores ingresos para poder hacer frente a estos sucesos que originan nuestro retroceso económico, y no hablo de economía con tecnologías de avanzada, vacaciones al Caribe, hablo de poder solventar los estudios de mis hijos, comprar un libro, sin sacrificar algún artículo de los distintos rubros de la Canasta Familiar, serviles un plato con las proteínas y calorías acordes a su crecimiento, de economía familiar estoy hablando, economía que va al revés de lo que dicen los gobernantes en sus discursos, y la incertidumbre me pone aún mas cerca de los riesgos y creo pone a cada uno de nosotros buscando con esfuerzos y cordura la paz social.
Y voy de la incertidumbre a la esperanza, para equilibrar mis emociones, por eso esperemos ser convocados por el Poder Ejecutivo provincial para resolver una recomposición salarial acorde a estos tiempos!!!!

Norma SALESKI