A fines de la próxima semana los Trabajadores Viales tendrán en sus manos el Número 31 de la Revista "La Voz de los Viales", con temas del presente de Vialidad Provincial del Chubut, actividad Gremial y Social del Sindicato, Opiniones de los Trabajadores, etc.
La Revista puede ser Editada gracias al auspicio que realizan comercios de la Provincia que ayudan a la Organización Gremial afrontar los costos de Diseño e Impresión de la misma.
Nos permitimos adelantarle algunos de los temas que contiene la Revista como ser:¿QUIEN CONDUCE LA A.V.P.?
Parece el título de una película pero lamentablemente no lo es. Los trabajadores viales que trabajan en Rawson observan semanalmente que la Administración de Vialidad
Provincial carece de un conductor; el presidente casi nunca está, lo que conlleva a que el mencionado cargo solamente lo ocupan para la firma de los despachos administrativos.
Nadie duda ni discute que el cargo de presidente de un organismo como Vialidad Provincial es político y por ende debe hacer política en todos los lugares que se entienda estratégicamente necesarios.
Ahora bien, también vemos que nuestros antecesores, cuando dictaron la Ley Orgánica de Vialidad establecieron sabiamente que el gobierno de la Administración debía estar conducido por un (1) Presidente y un (1) Ingeniero Jefe, acompañado por un Directorio.
Una empresa como Vialidad Provincial es imposible -si se pretende que funcione bien- sea conducida por una sola persona, aunque ésta ponga su conocimiento y tiempo a pleno para estar atendiendo el despacho diariamente, convenios, observando los pliegos de licitaciones de obras, etc.
Este “detalle” lo hemos venido denunciando desde la organización gremial, hasta ahora sin resultados, pese a observarse que estamos en lo cierto.
El controlador
Ahora bien, si a esa múltiple actividad que debe desplegar un presidente, le sumamos que al estar en funciones se dedica también a convocar a su despacho trabajadores para investigar qué función cumple y el tiempo que le demanda cumplir con su función, a la par de hablar mal o hacer imputaciones a otro trabajador, intentando con ello generar entre los trabajadores un marco laboral de discordia y desconfianza, para posteriormente crear “bandos”.
Más que actos administrativos de la democracia se parecen comunicados militares, tras los cuales se procede a quitar la Dedicación Exclusiva a un importante grupo de trabajadores.
Estos obreros dependen de un jefe superior que debió haber corregido la actuación de estos si es que observó que no estaban poniendo todo el empeño a su trabajo.
Cabe preguntarse ¿dónde estaban los directores y/o Jefes de Departamentos que no hicieron ningún esfuerzo para corregir lo que estaba mal? entendemos que puede existir
un poco de ello también, pero que la omnipotencia y soberbia del presidente no tiene límites, también es cierto.
El señor presidente evidentemente no conoce a los Viales, que tenemos experiencia en saber esperar y fundamentalmente en tener Memoria. No faltará oportunidad en que se lo haremos conocer de alguna forma que tal vez le incomode. Pero como diría Don Horacio Guarany: “no es
culpa mía si no le traigo flores”. La soberbia es muy mala Consejera. Si no se tuvo miramientos en quitarle un importante porcentaje de los haberes a los compañeros de un solo tirón, tampoco seguramente los trabajadores tendremos miramientos cuando la ocasión se cuadre para exteriorizar las broncas contenidas.
Una empresa como Vialidad Provincial es imposible -si se pretende que funcione bien- sea conducida por una sola persona, aunque ésta ponga su conocimiento y tiempo a pleno para estar atendiendo el despacho diariamente, convenios, observando los pliegos de licitaciones de obras, etc.
Este “detalle” lo hemos venido denunciando desde la organización gremial, hasta ahora sin resultados, pese a observarse que estamos en lo cierto.
El controlador
Ahora bien, si a esa múltiple actividad que debe desplegar un presidente, le sumamos que al estar en funciones se dedica también a convocar a su despacho trabajadores para investigar qué función cumple y el tiempo que le demanda cumplir con su función, a la par de hablar mal o hacer imputaciones a otro trabajador, intentando con ello generar entre los trabajadores un marco laboral de discordia y desconfianza, para posteriormente crear “bandos”.
Más que actos administrativos de la democracia se parecen comunicados militares, tras los cuales se procede a quitar la Dedicación Exclusiva a un importante grupo de trabajadores.
Estos obreros dependen de un jefe superior que debió haber corregido la actuación de estos si es que observó que no estaban poniendo todo el empeño a su trabajo.
Cabe preguntarse ¿dónde estaban los directores y/o Jefes de Departamentos que no hicieron ningún esfuerzo para corregir lo que estaba mal? entendemos que puede existir
un poco de ello también, pero que la omnipotencia y soberbia del presidente no tiene límites, también es cierto.
El señor presidente evidentemente no conoce a los Viales, que tenemos experiencia en saber esperar y fundamentalmente en tener Memoria. No faltará oportunidad en que se lo haremos conocer de alguna forma que tal vez le incomode. Pero como diría Don Horacio Guarany: “no es
culpa mía si no le traigo flores”. La soberbia es muy mala Consejera. Si no se tuvo miramientos en quitarle un importante porcentaje de los haberes a los compañeros de un solo tirón, tampoco seguramente los trabajadores tendremos miramientos cuando la ocasión se cuadre para exteriorizar las broncas contenidas.
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